Estimados padres,
La lectura debería jugar una parte importante en la vida de los niños. Desde la infancia, las historias crean interés y diversión, estimulan su imaginación, satisfacen su curiosidad innata. También les ayuda a comprender lo que está pasando en sus vidas o imaginar lo que podría pasarles a ellos o a los demás. Las historias muestran distintas narrativas de la vida, cuentan lo que pasa. Con un buen libro, nos perdemos en el argumento, suspendemos nuestra incredulidad. Los niños necesitan este escape para traerles de vuelta a la realidad. Los padres podemos contribuir significativamente en este proceso escuchando cómo leen, leyendo con ellos, leyendo nosotros mismos, y hablando sobre libros.
Además de la propia satisfacción, la lectura ofrece conocimiento y ayuda a crear comprensión. Leyendo mucho, los alumnos aprenden mucho más, hacen conexiones más rápidamente, comprenden con más facilidad. También adquieren un mejor conocimiento del lenguaje en sí mismo. Aumentan su vocabulario; mejoran sus habilidades técnicas como, por ejemplo, gramática y ortografía; y adquieren mayor confianza usando el idioma.
En la actualidad, la lectura está en un proceso de cambio. Muchos pasamos la mayoría de nuestro tiempo pasando pantallas de ordenador o haciendo clic para pasar a la siguiente página de un libro electrónico. Esta transformación es, en algunos aspectos cruciales, positiva. El acceso al conocimiento es mucho más amplio, más inclusivo y más rápido, los niños encuentran textos de muchas fuentes distintas, y practican capacidades clave como revisar y analizar. Este modo de lectura moderno acelera las cosas.
Para mantener el equilibrio, los niños deberían seguir leyendo libros “reales” y seguir haciendo uso de la aproximación tradicional a la lectura. Un reciente artículo en The New York Times (encontrarán el enlace más abajo) hacía referencia al trabajo de la Profesora Baron de la American University. Ella enfatiza la necesidad de, en ocasiones, frenar un poco, hacerse preguntas y reflexionar, llevando a cabo lo que con frecuencia es llamado “lectura de diálogo” y desarrollar “la lectura profunda, atenta, concentrada en el texto”. También afirma que los estudiantes obtienen mejores resultados en tests cuando imprimen páginas, y escriben redacciones más elaboradas cuando pueden referirse a textos tradicionales.
En Richmond Park School, nuestro “blended learning programme“ ayuda a los alumnos a aprender de formas distintas. De manera similar, como comunidad, necesitamos promover la lectura combinada. Los niños necesitan leer tanto libros como textos electrónicos, pasar la página y pulsar el botón, utilizar la aproximación moderna y la tradicional. La Profesora Baron también explica: “Hay muchos jóvenes que hablan acerca del olor de los libros; se refieren a leer libros impresos como ‘leer de verdad’”. Tenemos que asegurarnos de que los niños no pierdan ese sentido del olfato.