Estimados padres:
Una de nuestras mayores responsabilidades como líderes de Richmond Park School, es asegurarnos que nuestros alumnos alcanzan los máximos niveles académicos posibles y poseen el conocimiento, comprensión y habilidades para triunfar en el futuro. Este apoyo cristaliza en nuestra ayuda para completar sus resultados académicos, especialmente por medio de nuestro profesorado, expresados en los resultados finales. En paralelo, tenemos la obligación vital de guiar e influir en el desarrollo personal de cada individuo. No debemos, y no lo haremos, separar estos dos objetivos; se entrecruzan, interactúan, y apoyan mutuamente.
En nuestro colegio nos concentraremos intensamente en la inteligencia emocional de nuestros alumnos y potenciaremos las cualidades personales como resiliencia, perseverancia, autoestima, autocontrol, integridad, compasión y empatía. Estos atributos no son, generalmente, innatos. Necesitan ser adquiridos a través de la educación. Los niños y jóvenes se están enfrentando a un mundo complejo, frenético y amenazante, y se están incrementando con rapidez los problemas de salud mental. Más de la mitad de los desórdenes mentales aparecen antes de los 14 años y, de acuerdo con las autoridades en materia de salud mental del Reino Unido, al menos uno de cada ocho niños o jóvenes tienen algún tipo de condición diagnosticable. Aunque pretendemos evitar todo alarmismo no podemos, sin embargo, ignorar estas situaciones. Debemos ser proactivos, protectores, cariñosos y efectivos.
El currículo de Richmond Park School posee, en todas sus etapas, contenido que ayuda a los alumnos a entender y poner en práctica estos cruciales valores, actitudes y creencias.
No es propiedad de un departamento o sección del colegio; todo el mundo debe interpretar su papel. En todas las materias o áreas curriculares, los profesores y asistentes realizan una contribución tanto en lo que enseñan como en cómo lo hacen. Hacer preguntas reflexivas implica pensamiento de alto nivel, escuchar a todos los alumnos les proporciona una voz real, una respuesta clara define los siguientes pasos del aprendizaje, y los esquemas educativos que incorporan la teoría de Gardner de las múltiples inteligencias muestra a los niños que pueden tener éxito de formas diferentes. Nuestro programa de educación personal, social y de salud (PSHE) tiene un impacto claro, como lo tienen nuestras asambleas, reuniones y eventos especiales. Las actividades co-curriculares, especialmente en el fomento de la sostenibilidad, tienen una influencia positiva en el desarrollo personal durante la vida escolar y más allá: en la vida adulta, los ambientes de trabajo, y la paternidad. Dedicarle tiempo y energía de forma altruista a las buenas causas evoca sentimientos positivos que conllevan acciones positivas. Además, como centro deportivo, enfatizamos la contribución que el deporte proporciona al desarrollo de todas las personas: el antiguo “mens sana in corpore sano”, la competición, adquirir habilidades de liderazgo y estrategia, responder ante la victoria y la derrota (no sólo durante la práctica del deporte, también en otras facetas de su vida).
En el fondo, el impacto más poderoso en el desarrollo personal emerge de la cultura escolar, de la rutina diaria en el colegio. En todo cuanto pensamos, sentimos y hacemos debemos tener las mismas expectativas y estándares, y proporcionar a los alumnos un modelo a seguir. Un ejemplo importante es el mindfulness, con sus antiguas raíces y sabiduría, que ilustran y practican los valores escolares como la amabilidad, la tolerancia, la paciencia, la amplitud de miras y la tranquilidad. De forma similar, si todo el mundo posee una “mentalidad de crecimiento”, los alumnos serán capaces de hacer más y conseguir más de lo que jamás imaginaron.
Nuestro éxito en todos estos aspectos de la educación se basa en gran medida en nuestro equipo de profesionales. Como líderes, nos comprometemos a responder a sus necesidades, asegurando su bienestar, apoyándoles y dándoles consejo, y proporcionando toda formación necesaria. Si cuidamos de nuestro equipo y ayudamos en su desarrollo profesional, nuestro colegio se beneficiará de un proceso de mejora continua.
Todas las personas queremos sentirnos realizadas, felices, atendidas y apreciadas. También nuestros alumnos necesitan sentirse así. Si tienen, en todas las facetas posibles, una sensación de placer y esperanza, alcanzarán mucho más, y esos logros traerán un mayor crecimiento personal. Compartir enseñanza es compartir alegría.
Directores de Educación